La separación de una pareja es siempre una situación estresante y dolorosa, en la que hay que tomar muchas decisiones para las que no siempre estaremos preparados y preparadas. Si además tenemos hijos e hijas, esta situación se complica aún más.
La pareja se separa pero siguen siendo padres y hay que tener en cuenta, más allá del dolor, el enfado o la angustia, que los hijos/as, son de los dos y merecen ser tenidos en cuenta.
Con frecuencia me he encontrado en la situación de tener que asesorar a los padres que se separan sobre cómo transmitir esta decisión a los hijos y dejo aquí alguna consideración que quizá pueda ser de utilidad en este sentido:
- Explicárselo conjuntamente y como una decisión de ambos. Si se hace por separado, hay que intentar mantener la misma versión.
- Se ha de dar una explicación adecuada a la edad de los hijos e hijas y contestar a las preguntas que éstos hagan.
- No hay que explicar los detalles ni profundizar sobre las causas. A pesar de que ellos quieran saber sobre esto, ahora no les interesa.
- Hay que dejar claro que los niños/as no tienen nada que ver con la decisión tomada.
- Cuando es una decisión definitiva, hay que dejar claro que no es modificable. No alimentar falsas esperanzas.
- Hay que informar de quién se va a ir de casa y con quién van a vivir. Cómo va a cambiar la organización de sus rutinas, transmitiendo tranquilidad
- Aclarar que no hay víctimas ni culpables. Evitar transmitir dramatismo, aunque se trate de un momento triste para los adultos.
- Explicar que se deja de ser pareja pero siguen siendo padres y que siempre van a estar para ellos.
- Normalizar la situación comunicándolo en el entorno.
- Hablar con los profesores de los niños para que estén enterados.
- No pretender hablarlo todo de una vez. Animar a los hijos/as a que planteen sus preguntas y preocupaciones a medida que vayan surgiendo e ir hablando de ello cuando lo planteen.